martes, 29 de junio de 2010

¿Qué le hace una cámara más al fútbol?

Finalizados los Octavos de final, el foco se centró en los arbitrajes y no en el buen fútbol. Las principales polémicas estuvieron en los partidos Alemania-Inglaterra y Argentina-México.

En el primero, la pelota picó adentro del arco alemán luego de que el remate del inglés Lampard diera primero en el travesaño. Ni el árbitro uruguayo Larrionda ni su juez de línea vieron que la pelota había entrado.

En Argentina-México, Carlos Tevez cabeceó una pelota enviada por Lionel Messi y convirtió el gol. La jugada fue muy rápida, con rebotes en el medio y demás, pero cuando cabeceó, Carlitos estaba medio metro adelantado y el gol debió ser anulado. El italiano Ricardo Rosetti y su asistente no cobraron off side, pese al reclamo de todos los mexicanos que cuando observaron la jugada por la pantalla gigante, no dudaron en protestar.

La FIFA establece que las repeticiones de jugadas polémicas no deben emitirse por la pantalla gigante porque pueden generar inconvenientes para los árbitros y también entre el público. Sin embargo la repetición de esta jugada se emitió. ¿Por qué? ¿No se la consideró una jugada polémica? El árbitro tuvo problemas que sin esa repetición quizás no hubiera tenido (al menos durante el partido) y entre el público hubo disturbios, algo que no sucede habitualmente en partidos de Copa del Mundo, donde los hinchas de diferentes países comparten la misma tribuna.

En definitiva, el planteo que repiqueteó por diversos foros fue el siguiente: ¿la FIFA debe incorporar la tecnología al fútbol? Cámaras, ¿sí o no? El arquero argentino Romero dijo que "no hay que incluirla. El fútbol es para gente que juega con viveza y para un hombre que está despierto, si le ponés tecnología, o el chip para ver dónde pica, le sacás la viveza y el fútbol es para vivos y no para la tecnología". Un estimado lector opinó sobre el asunto también: "estoy a favor (de la tecnología) pero sin desnaturalizar el fútbol, no ver por tele todas las jugadas, pero la de Alemania-Inglaterra si, por ejemplo, porque el error arbitral forma parte del fútbol. Los off sides no habría que verlos por ejemplo, porque sino no hay más errores y (los jugadores y técnicos) se la van a pasar pidiendo repeticiones. Si ponés los off sides con tecnología se hace muy parado, muy pedido todo, si es así parece la Play…".

Completamente a favor de la implementación de la tecnología, esa es la postura del holandés Guus Hiddink, ex técnico de la selección de su país, de Corea del Sur (Mundial 02), Real Madrid, Chelsea, Rusia y actual conductor de Turquía: "Blatter debería anunciar mañana que las repeticiones de video serán implementadas. Si no, que renuncie". ¿Qué dijo Joseph Blatter al respecto? "Naturalmente nosotros tomaremos en cuenta la discusión por la tecnología cuando nos reunamos en julio", explicó Blatter, y agregó: "Es obvio que después de estas experiencias en este Mundial sería tonto no reabrir el debate sobre la tecnología para detectar los goles".

La inclusión de la tecnología para definir todas las jugadas polémicas haría del fútbol un deporte mucho menos dinámico. Pero ¿por qué no tomar el ejemplo del tenis y su "ojo de halcón"? Se pide esta alternativa de una manera limitada, y sólo en algunos torneos y en algunas canchas. También en el rugby se utiliza para esclarecer jugadas polémicas. Es comprensible que la ultraconservadora FIFA no quiera tomar decisiones que puedan llegar a desnaturalizar este deporte, pero tampoco es justo que el trabajo de cuatro años (en el caso de los Mundiales) que realiza un entrenador junto a sus jugadores no sirva para nada porque una persona no vio si la pelota entró o no.

Creo que los árbitros pueden equivocarse, como cualquier persona. Por eso, una ayuda no les vendría mal. Alguna vez escuché este diálogo entre un árbitro y un jugador que le cuestionaba los fallos: "¿Dónde aprendiste a dirigir?" y el referí, sabiamente, le respondió: "En el mismo lugar donde vos aprendiste a jugar…". Algunos pueden tener más o menos capacidad, más o menos virtudes, más o menos criterio. Pero falibles somos todos.

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